Escalera de caracol de exterior
Ideal para uso exterior: es la propuesta de Rintal, completamente de acero y protegida en un baño de zinc que la hacen adecuada en todas las condiciones climáticas. Gracias a los innovadores sistemas de control y a las prácticas instrucciones de montaje, la instalación es rápida y fácil. Los tornillos son de acero inoxidable, y el pasamanos tiene una forma ergonómica que facilita el agarre. La versión básica consta de 12 pasos, un aterrizaje universal y una barandilla con pasamanos, y es posible personalizar la escala.
Escalera con trampilla
En el caso de las escaleras escamoteables no existe un hueco debajo de su estructura, como ocurre en los modelos convencionales. Se despliegan sólo cuando es necesario; eso sí, se debe supervisar que al abrir esta escalera plegable su trampilla no choque con ningún otro elemento, y que en su recorrido hasta llegar al suelo no encuentre obstáculos. Debajo de ella hay infinidad de opciones para crear ambientes; en este caso, una zona de estudio
con librería delimitada por un murete.
Escalera clásica, de caracol
Con este tipo de escaleras es complicado aprovechar los espacios que dejan libres los peldaños. La solución es resaltar su presencia y convertirla en protagonista de la decoración. En este caso, la escalera de caracol, muy elegante, se completó con una espectacular lámpara de Murano. Destaca la biblioteca, en dos niveles, y responsable de la existencia del altillo. Los estantes de las librerías se vislumbran a través de los peldaños volados de la escalera. Interiorista, Marisa Gutiérrez.
Escalera de obra
Para el hueco que hay bajo este altillo se diseñó un armario empotrado con puertas en gris azulado. La escalera, apoyada en el suelo y firmemente asegurada arriba mediante dos soportes diseñados ad hoc, parece más liviana por el contraste con las dimensiones del armario. Interiorismo, Elena López-Fonta. Mesa y silla, de Tree.
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