Símbolo por excelencia de la seducción, el rojo aporta al interior energía y diseño.
El color rojo se trata de un color utilizado desde hace siglos, concretamente en los tapices medievales.
Este color simboliza la suerte en la cultura china, pero aunque no estés afín a ciertas creencias, no dudes en incorporarlo en la decoración del hogar.
En efecto, el color rojo es estimulante, disminuye el apetito y mejora el ritmo cardíaco. Existen muchas variaciones del rojo que te permiten realzar la decoración.
Un rojo oscuro dará una impresión de lujo.
Un rojo con toques marrones, asociado a la madera, dará una impresión de ambiente mucho más rústico si va acompañado de maderas exóticas.
Un rojo bermellón permitirá dar más luz a una habitación, incluso si es pequeña, puesto que se trata de una tonalidad que atrae la luz.
Debes tener cuidado, puesto que el rojo domina el resto de las tonalidades y se trata por lo tanto de combinarlo bien con los colores correctos para no sobrecargar la decoración. Para un ambiente de diseño, conviene asociar el color rojo con el blanco.
La mezcla de estos dos colores dará un aspecto contemporáneo al interior de la casa.
La tendencia actual está también en las mezclas originales, como el rojo-violeta.
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